Todas tenemos unos conjuntos que nos resultan cómodos, nos vemos bien con ellos y sabemos que en líneas generales… funcionan. Hasta ahí todas de acuerdo. ¿Cuál es el problema de ésto? Muy sencillo, que acabamos usando las mismas 10 prendas todo el tiempo y lo demás acaba en el armario cogiendo polvo y pasándose de moda. Lo ideal es que usáramos TODO durante el paso del año, incluso esas piezas especiales que guardamos para fin de año o bodas cercanas. Así que voy a darte mis trucos esenciales para que tu armario fluya y lo tengas ordenado de forma que además de usar todo, puedas verlo y disfrutarlo. ¡Incluso en el cambio de estación!
Un armario debe tener 4 zonas: perchas, zapatos, bolsos y cajones. Normalmente nunca hay espacio suficiente para toda la ropa que tenemos y en cambio quién no ha sentido en algún momento eso de ¡no tengo nada qué ponerme! Eso quiere decir o que acumulas más de lo que necesitas, o que has cambiado de talla. Así que ha llegado el momento de repasar tu armario.
He visto a muchísimas personas que recomiendan que lo saques todo y vayas prenda a prenda preguntándote si lo has utilizado en el último año. Yo NO te aconsejo eso por dos motivos:
- El caos puede dejarte en shock y que resulte una tortura la hazaña (a mi me lo parecería). Esto provocaría tal rechazo ante tí acerca de la organización del armario que cada cambio de estación aumentaría tu fobia acabando por convertirse en una pesadilla recurrente.
- El año pasado no salimos del pijama a penas, por lo que no se si tendrás memoria suficiente como para averiguar si lo usaste hace dos… En fin. Además que tengo prendas que sólo me he puesto dos veces en mi vida (o una como mi traje de novia) y por razones obvias, no quiero desprenderme de ellas.
Aun así, os diré que yo abogo por la mujer que se quiere y como se quiere se cuida tanto por dentro como su imagen. Mi mejor amiga siempre, siempre, siempre va perfecta. Le gusta arreglarse todos los días. Tuvo una época que era «ejecutiva del hogar» y aun así cada día podías verla impecable. Ella me explicaba: Marga, es que si no, no salgo de los leggins ¡y me puedo morir de la depresión!
Yo reconozco que leggings sólo uso para correr y que para estar por casa, uso ropa bonita pero eso sí, un poco más estropeada de la que uso para salir de casa. Mi amiga Roxana perdió a su cuñada en un accidente siendo ambas muy jóvenes, así que decidió no postergar las cosas buenas: ¿qué mejor día para usar esa camisa tan preciosa, esa falda, ese bolso… que hoy? total, ¡tal vez mañana no estemos aquí! Y si estamos, disfrutemos el presente, por algo se llama así, PRESENTE = REGALO.
Bueno, concretando mi forma de ordenar es la siguiente:
Un estilismo en cada percha
- En cada percha yo cuelgo un conjunto completo, por ejemplo: falda, camisa, jersey y pañuelo o pantalón, camisa, americana y cinturón. A veces incluso el collar o el bolso. Y todo mi armario de esa temporada está así. Voy cogiendo las perchas de izquierda a derecha y cuando la ropa la echo a lavar y vuelve al armario, ahora si la pongo atrás para más adelante hacer nuevos estilismos. En mi caso, la cuelgo en otro armario porque tengo un vestidor muy grande (gracias, amore por hacerme la mujer más feliz del mundo!) pero cuando vivía sola, tenía un burro y un armario pequeño, así que me las tenía que apañar con eso. Coges una percha con un conjunto completo y lo que ya te has puesto lo guardas por piezas separadas. Cuando te quedan sólo dos o tres conjuntos, rehaces los estilismos otra vez pero ahora con nuevas combinaciones, tal vez empleando ahora algunas prendas de la siguiente temporada. Por ejemplo, yo he empezado a incluir prendas más ligeras y a guardar las de invierno profundo poco a poco. Así cuando llega el cambio de estación, no tienes que hacer un cambio de horas, lo has ido haciendo poco a poco.
- Cuando veas que un conjunto se te resiste y pasas de él día tras día, semana tras semana pregúntate por qué: no te resulta cómodo, realista, demasiado arreglado, demasiado… q? tal vez sea la combinación o tal vez una de las prendas. Si es eso último, es hora de llevarlo a Cáritas. Si es lo primero, dale una vuelta.
- Las cosas en los cajones las guardo en rulos: pañuelos, camisetas, medias… así no se arrugan y tienes mucha más visibilidad, aprovechando así no sólo el espacio en plano sino también en altura.
- No suelo guardar por colores sino por telas o utilidades: deporte en un cajón, para dormir en otro…
Las prendas guardadas en rulos no se arrugan y así ves todas de un vistazo
Te aseguro que encontrar tus conjuntos ya preparados por las mañanas es como ser tu propia estilista. De hecho, eso es exactamente lo que hacemos las estilistas: creamos outfits completos y los presentamos en un papel o en una percha y la cliente nos va diciendo esto sí, esto hoy no pero mañana, este otro para ir a este evento… Si tú lo haces con tu armario, empezarás a saborear todas tus prendas y a sentirte más segura con tu imagen. Dejemos la improvisación para los que les guste el fracaso.
Ten todos tus fulares a la vista para poder elegir la mejor opción.
Mientras, espero que este post os haya gustado y sobre todo, sido de utilidad. Le doy las gracias a Laura, a Marta y a Teresa por solicitármelo. Todo lo que necesitéis sólo tenéis que pedírmelo y estaré encantada de asesoraros, ¡PARA ESO ESTOY AQUÍ!